Adicción
¿Es adictivo el porno? Por qué puede costarte dejar el porno
A muchas personas que consumen porno con regularidad les resulta difícil dejarlo, incluso cuando quieren, lo que les lleva a preguntarse: ¿Es adictivo el porno? En este artículo explicaremos cómo puede afectar el porno al cerebro y al comportamiento, y si puede o no llevar a la adicción.
La pornografía es uno de los medios de comunicación más consumidos y controvertidos del mundo. Con la llegada de Internet y los teléfonos inteligentes, acceder a la pornografía es más fácil y cómodo que nunca.
Como resultado, muchas personas han empezado a preguntarse: ¿es adictivo el porno? Y si es así, ¿cuáles son los efectos de la adicción al porno ?
En esta guía, exploraremos lo que dicen las últimas investigaciones sobre si es posible o no ser adicto al porno.
Cómo cambia el porno el cerebro
Los científicos saben que el porno crea adicción porque los consumidores experimentan cambios cerebrales observables que concuerdan con el modelo de adicción .
La adicción al porno se produce porque el cerebro desarrolla una fuerte asociación entre el porno y la recompensa que proporciona, como la excitación o el alivio del estrés.
Esta asociación activa los circuitos neuronales que median en la saliencia del incentivo , un tipo de motivación que impulsa el comportamiento.
La adicción tiene que ver con lo que ocurre en el cerebro de la persona, no con la sustancia o el comportamiento.
El ansia, la compulsión y el incentivo son signos de adicción al porno.
La sensibilización es un fenómeno común observado en la adicción. La sensibilización implica cambios en el sistema dopaminérgico del cerebro y en una proteína llamada delta FosB. La dopamina es un neurotransmisor que señala la recompensa y el placer, y delta FosB es una proteína que ayuda al cerebro a recordar y repetir una actividad.
La sensibilización se observa en personas que consumen porno y es una de las principales razones por las que sabemos que el consumo de porno puede llevar a la adicción.
La adicción al porno puede entenderse como una forma de sensibilización, en la que la exposición repetida a imágenes o vídeos pornográficos provoca un ansia creciente y exagerada de más estímulos, aunque la persona ya no encuentre placer o satisfacción en ellos.
El incentivo hace que la pornografía parezca más atractiva, valiosa e importante que otras actividades u objetivos, y puede anular el pensamiento racional y el autocontrol.
La sensibilización puede agravar la adicción al porno y hacerla más difícil de superar, ya que puede conducir a la búsqueda compulsiva de pornografía y a la pérdida de interés por la intimidad en la vida real.
La exposición repetida al porno puede hacer que el sistema dopaminérgico se vuelva hiperactivo y menos sensible a las recompensas naturales, y puede aumentar la expresión de delta FosB en las regiones cerebrales implicadas en la adicción.
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Los efectos del porno en la recompensa, la motivación y la desensibilización
La desensibilización se produce porque el sistema de recompensa del cerebro, que libera dopamina cuando se experimenta placer, se sobreestimula y responde menos a los niveles normales de estimulación.
La desensibilización se observa con frecuencia en personas que luchan contra la adicción. La tolerancia se observa a menudo en personas con un hábito pornográfico de larga duración, en las que la persona necesita contenidos más extremos o novedosos para alcanzar el mismo nivel de interés.
La exposición repetida a imágenes o vídeos pornográficos provoca una disminución de la respuesta a los estímulos sexuales naturales, como las parejas de la vida real, la intimidad o la excitación.
La desensibilización puede tener consecuencias negativas en la salud sexual de la persona, como disfunción sexual y libido baja.
La desensibilización también puede afectar al bienestar emocional de la persona, a su autoestima y a la calidad de su relación, ya que puede sentirse menos conectada, menos satisfecha o menos atraída por su pareja.
La desensibilización puede hacer que la adicción al porno sea más difícil de superar, ya que puede crear síntomas de abstinencia, como irritabilidad, ansiedad, depresión, insomnio o antojos, cuando la persona intenta dejar o reducir su consumo de porno.
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Cómo afecta el porno a funciones cerebrales cruciales
El córtex prefrontal (CPF) es la parte del cerebro responsable de actividades como la planificación, el razonamiento, la toma de decisiones, el control de los impulsos y la autoconciencia. Los estudios han demostrado que la adicción al porno puede provocar cambios en el CPF .
El consumo excesivo de porno puede dañar la función y la estructura del CPF, dando lugar a lo que se conoce como hipofrontalidad.
La hipofrontalidad puede provocar falta de juicio, impulsividad, compulsividad y pérdida de la percepción. También puede debilitar la conectividad entre el CPF y el sistema de recompensa, lo que hace más difícil resistirse a las señales del porno y a los antojos.
En definitiva, estos cambios cerebrales observados muestran cómo el consumo continuado de porno debilita la fuerza de voluntad, lo que en última instancia dificulta el abandono del porno .
Los efectos del porno en la desregulación del sistema del estrés
El sistema de estrés del organismo activa la respuesta de lucha o huida, que prepara al cuerpo para la acción aumentando la frecuencia cardiaca, la presión sanguínea, la respiración y el estado de alerta.
La desregulación del sistema del estrés deteriora la capacidad del cuerpo para adaptarse y recuperarse del estrés, y este fenómeno se observa con frecuencia en las personas que luchan contra la adicción. La desregulación del sistema del estrés se observa a menudo en consumidores de porno a largo plazo.
El consumo de porno puede interferir en la regulación natural del sistema del estrés alterando los niveles y la sensibilidad de las hormonas y los neurotransmisores implicados en el estrés y la recompensa.
La adicción al porno puede contribuir a la desregulación del sistema del estrés y ser consecuencia de ella. Por un lado, el consumo de porno puede ser una forma de automedicación o un mecanismo de afrontamiento del estrés, ya que proporciona una vía de escape temporal y una recompensa.
Por otro lado, el consumo de porno también puede aumentar los niveles de estrés, ya que puede causar culpa, vergüenza, aislamiento, conflicto, insatisfacción o síntomas de abstinencia.
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Internet crea adicción al porno
La tecnología secuestra el sistema de recompensa del cerebro para fomentar comportamientos compulsivos. El uso de Internet a alta velocidad puede convertir rápidamente el consumo de porno en una "necesidad" en lugar de un comportamiento casual.
El consumo de porno por Internet acaba provocando adicción debido a lo fácil que es acceder a él y a la infinidad de contenidos que ofrece Internet.
La adicción no está relacionada con el tiempo de visionado, sino con la variedad y el grado de excitación. El porno de alta velocidad facilita el cambio entre vídeos y la búsqueda de contenidos nuevos y excitantes.
Cuando entré en el turbio mundo del porno en Internet, mi cerebro había encontrado algo de lo que sólo quería más y más. Estuve fuera de control en menos de 6 meses. Años de revistas: sin problemas. Unos meses de porno en Internet: enganchado.
El porno en Internet es adictivo debido a la novedad sin fin, el comportamiento de búsqueda y el consumo excesivo.
El cerebro pierde interés por los contenidos familiares (se insensibiliza) y los métodos tradicionales (circa 2006) no ofrecían alternativas fáciles a las que saltar. El porno en Internet conduce a la adicción porque el usuario puede descubrir contenidos nuevos y únicos con poco esfuerzo.
El acto de descubrir contenidos únicos (novedosos) provoca una fuerte respuesta del cerebro. El comportamiento de "buscar y rebuscar" es parte de lo que mantiene adictos a los usuarios.
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